La versión española del programa de Donald Trump ha terminado el domingo pasado y Juancho se ha convertido en el nuevo pupilo de Luis Bassat. Después de 13 semanas y 13 pruebas más o menos duras, Juancho ha sabido mantenerse firme y actuar por encima de los demás en todas las pruebas. Ha sabido ser líder y ser un mandado, ha sabido negociar y ha sabido estar al margen cuando había que estarlo.
En la sala de conferencias del Sr. Bassat también ha sabido defenderse muy bien y ha visto como semana tras semana la gente abandonaba esa sala de conferencias mientras él se quedaba hasta el final. También es verdad que en alguna ocasión estuvo a punto de saltar la alarma cuando el equipo que integraba perdía la prueba, pero hasta incluso dentro de lo malo, Juancho sabía destacar.
La otra finalista, Teresa, ha sufrido en sus carnes lo que es enfrentarse a un comercial de ventas con mucha experiencia. Y es que aunque ella tenga cuatro cientos mil títulos universitarios y hable 4 ó 5 lenguas, si no tiene esa claridad de ideas y esa dote de mando natural que Juancho sí posee, pues no le sirven de nada. Y estaba claro que Teresa no era rival para Juancho. El único rival digno era Benjamin, el cuál abandonó el programa por "no cumplir las expectativas que el aspirante esperaba del programa".
Ya sé que no suelo hablar de programas de producción nacional, pero este programa, como buen remake del programa americano, era digno de ser mencionado en un post. Con esto no quiero que salten las alarmas, este ha sido un programa que he visto porque era interesante en cuanto a técnicas financieras y marketing, lo cuál no quiere decir que ahora vaya a ver todo los programas nacionales.
Y vosotros ¿qué pensáis? ¿Quién debió salir antes de la sala de conferencia, Juancho ó Teresa?
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